martes, 25 de enero de 2011

La educación de Sara Neal

Todo lo que he escrito hasta el momento sobre la vida del escritor, está basado en dos biografías que he leído sobre él: la suya propia (Experimento de Autobiografía, traducción de León Felipe publicada por Espasa-Calpe Argentina, S. A., en Argentina en 1943, y Anthony West, HG Wells Aspectos de una vida, publicado por Circe en 1993). Obviamente, las dos biografías no coinciden del todo, pero es este caso, Anthony West contradice, e incluso corrige errores de la autobiografía de su padre. Al comparar los dos libros, se nota que HG Wells escribió de memoria y A. West realizó una profunda investigación sobre la vida de su padre. Además, A. West, como escribió a principios de los 90, tuvo la oportunidad de corregir las otras biografías publicadas antes de esa fecha, a cuyos autores corrige en más de una vez.

Sara Wells, según su nieto Anthony West, estudió en la escuela de Mrs. Riley. West dice literalmente: "Algunos de los biógrafos de mi padre han querido sugerir que «se la había educado para ser ella misma una señora», y que se había sentido decepcionada y muy dolida cuando tuvo que emplearse en calidad de sirviente, pero en realidad éste es un error que procede de la consideración de que pasase, de joven, tres años en la escuela de Mrs. Riley, en Chichester, sin que nadie parezca haberse preguntado qué clase de escuela era aquella, ni haberse parado a considerar el significado de lo que hizo durante aquellos tres años." Parece que A. West si investigó que clase de escuela era aquella, y afirma que no era para chicas de alta clase, sino para alumnas de clase media, hijas de comerciantes o pequeño burgueses en terminología marxista, o como dice él, "muchachas que de una u otra manera iban a tener que ganarse la vida si es que no llegaban a casarse con un hombre de posibles." Pero tampoco era una escuela accesible a todos. "Aquel trabajo era un trabajo que ninguna muchacha procedente del campo, ni de cualquier casa en la cual no recibiese una educación apropiada, podía aspirar a ocupar." A continuación A West describe la labor de las doncellas: había que estar despierta desde que la señora o señorita se levantase hasta que decidiese acostarse, había que vestirla, desvestirla y volverla a vestir, peinarla varias veces al día, acicalarlas a todas horas, ocuparse del vestuario, coserlo, remendarlo o incluso modificarlo cuando engorde o adelgazase, estar al tanto de sus sombreros, zapatos, cremas, perfumes, potingues, etc. Era una vida de servidumbre total y absoluta, pero por lo menos no se pasaba hambre, se tenía un techo bajo el cual dormir caliente en invierno. Solo al ama de llaves y a la doncella se les permitía estar sentadas por algún rato delante de sus amas, ya que el resto de la servidumbre solo subía al piso de arriba a limpiar y a subir comidas, bebidas, flores o similares desde la cocina u otra dependencia.

La doncella podía, si sabía ganarse la confianza de su ama, con el transcurso de las décadas, llegar a ser ama de llaves, es decir, regir la casa en sus aspectos laboral y económico. Esta posición tenía una ventaja de cara a la vejez: en un mundo donde no había seguridad social ni pensión de jubilación, cuando se retirase el ama de llaves podía disfrutar de una casita de campo para ella sola y de una pequeña pensión hasta el fin de sus días, una posición envidiable.

Pero todas estas ventajas tenían una desventaja: había que darle la espalda al amor y al matrimonio. Casarse era desechar la opción de llegar a ama de llaves. Tirarlo todo por la borda. Sara Wells no respetó esa regla y lo lamentó toda su vida. De cada cien mujeres británicas de edades comprendidas entre los veinte y los cuarenta, nada menos que cuarenta se quedaban sin casarse; tres millones de personas de ambos sexos, comprendidas en esta franja de edades, se hallaron en idéntica condición: se trata de una cifra formidable en comparación con la población total de aquella época, que apenas sobrepasaba como mucho los dieciocho millones. Tal como lo dice Anthony West: "ser pobre y tener hijos equivalía a ser más desdichado que nadie."

En la escuela de Mrs. Riley Sara Wells estuvo 3 años, en donde aprendió costura y peluquería.

Aportado por compinchados.

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