martes, 25 de enero de 2011

El fracaso comercial

[Viene de la entrada anterior]. Sara Wells se enamoró de José Wells cuando tenía 30 años, prácticamente sin conocerlo, y tras la muerte de sus padres, en un momento de debilidad emocional. se casó con él. Fue una decisión que lamentó toda su vida. porque en aquella época no había divorcio. José Wells era un muchacho delgado, deportista, buen conversador, extrovertido, alegre, y aunque Sara era 6 años mayor que él, era tan inocente como una niña y conocía tan poco de los hombres como de los pingüinos. Pero tras la boda no tardó en descubrir el verdadero carácter de él: holgazán, bebedor y siempre entrampado en deudas. Soñó con reingresar en el mundo de las doncellas que había abandonado, pero al parir a su hija tenía 33 años. En un momento de debilidad había abandonado una carrera que le permitiría llegar a ser ama de llaves. Pero las recriminaciones contra su marido no habían hecho más que empezar.

José Wells consiguió 50 libras de su anciano padre para dar la entrada de la Casa del Atlas. Pese a que el comercio era su trabajo y su responsabilidad y no la de su esposa, lo abandonó en las manos de ella. Cuando aún era joven jugaba al criquet, y era bueno y obtuvo algún sonado triunfo, aunque ya estaba muy cerca de los 30 años. De casado y durante algún tiempo, igual cosechó algún triunfo.Pronto se hizo popular en la localidad (Bromley) donde era recién llegado. En las localidades pequeñas, ser un astro del deporte era un seguro para ser muy popular. Los hombres debían agasajarlo e invitarlo a cervezas. Y él, como no era nada retraído, se dejaba invitar. Se volvió un adicto a los pubs y a la cerveza. Desde el primer momento no le dedicó tiempo a su comercio. Lo abandonó en las manos de su esposa, estresada por atender a tres hijos. En su libro de memorias HG Wells no describe otra ocupación de su padre más que descorrer los pesados cerrojos por la mañana, abrir la puerta y avivar el fuego. Creo que es la tercera vez que lo repito, pero a veces los textos cuentan más por lo que callan que por lo que dicen. La otra actividad que registra el escritor es la de comprar la comida para el lunch. Supongo que José Wells cerraría la pesada puerta por la noche. HG Wells, asegura que el negocio no era rentable, pero estaba situado en el número 47 de High Street de Londres. High Street significa "calle mayor". Y en los pueblos ingleses como en los españoles, esta denominación se reserva para la calle principal o una de las principales. Si el número fuera 1047, todavía puedes pensar que estaba alejada del centro, Pero el número 47 forzosamente confirma que estaba en el centro o muy cerca de él. Los esposos Wells y la recién nacida Frances Wells llegaron allí el 23 de octubre de 1855. HG Wells nació en 1866, once años después. Y además no debió tomar conciencia del estado del negocio hasta por lo menos tenía 9 años de edad, o sea, hacia 1875, 20 años después. El negocio era ruinoso no porque estaba situado en mala zona, porque el edificio estaba en ruinas , sino porque lo atendía un ama de casa sola con tres hijos pequeños.

El mismo HG Wells asegura en su libro de memorias que el negocio lo atendía su madre a regañadientes. El negocio nunca fue ruinoso hasta que los Wells se ocuparon de él, porque el señor de la casa, en lugar de atender su negocio, se pasaba los días fuera de casa, como si viviera en un hotel.

No hay comentarios:

Publicar un comentario