viernes, 3 de junio de 2011

Surly Hall

Tras la anécdota del tren, el jovencito Wells llega a Surly Hall de una manera poco gallarda, agotado y arrastrando una pesada maleta. Pero las cosas en la posada de su tío habían cambiado, y mucho, desde su última estancia en el verano anterior. Usando una frase hecha, recurso de novelistas malos, la sombra de la tragedia se cernía sobre Surly Hall. Durante sus meses de ausencia, su prima Clara había discutido con su padre acerca de su novio y, como suele suceder en las peleas familiares enconadas, se dicen cosas de las que uno se arrepiente, pero se niega a reconocerlo. Clara se fue a Londres con su novio, Miss King, la camarera había abandonado el trabajo, y la prima Kate estaba triste, a pesar de estar comprometida, y amenazaba con casarse con un hombre con él que había estado comprometida desde hacía algún tiempo y "alejarse de todo". Curiosamente, la palabra amenazaba no figura en la edición argentina del libro. Tampoco figuran las comillas finales. Traduttore traditori, el traductor es un traidor.

Seguidamente, en un par de frases un poco poéticas, anticipa una tragedia:

Las aguas del río eran de un color plata plomizo, los botes no pasaban aguas arriba, la posada estaba vacía, el bar y la cantina desolados, y el jardín con sus mesas verdes estaba encharcado y cubierto de hojas muertas.


El tío estaba amargado, no solo por quedarse solo, sino también porque estaba muy endeudado, y los acreedores estaban a la puerta con sus facturas pendientes de pago.

La música y el canto, la luz de la luna sobre el césped, lo nomeolvides mezclados entre los juncos y los lirios blancos sobre el agua marrón; todo se había vuelto increíble. Mi educación iba a buen ritmo.


HG Wells no volvió a Surly Hall "durante muchos años después de aquella visita." La Prima Kate se casó y se fue y la prima Clara la siguió a Londres, y volvió a los cuatro años como "una mujer joven destrozada". Su amante la había abandonado. El tío Guillermo, parece ser, no la recibió muy bien. Una noche se puso su camisón, caminó por el césped y se arrojó al río en una zona profunda debajo de un sauce desmochado. El tío Guillermo murió poco después, y al poco tiempo su hija Kate falleció también. La propiedad fue anexada a otra adyacente.

Nada sobrevive excepto mis recuerdos, una mención de pasada en alguna Reminiscencia Etoniana y alguna fotografía desvanecida.


Por último, tan solo una apreciación: Clara se fue a vivir con su novio sin estar casada, cosa que años más tarde haría Wells cuando estaba casado de su primera esposa, y se fue a vivir con la que luego sería su última esposa.La tragedia es que Clara se vio abandonada,lo cual era imperdonable en aquella época. Una mujer sola y deshonrada tenía grandes problemas de encajar en la sociedad. Apunto esta posibilidad,aunque Wells no dice nada en sus memorias.

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