lunes, 21 de noviembre de 2011

Henry George

En la entrada anterior, vimos como Wells escribió en su libro de memorias sobre Platón, al que él consideró como comunista. Ahora vemos que en esos meses en Midhurst también leyó a Henry George.

El libro de Henry George vino a mi como una demostración de laboratorio para revivir una teoría con su historia progresiva de apropiación de la tierra muy simplificada y plausible, su ataque sobre el incremento de las rentas privadas no ganadas y su solución, un impuesto único para hacer de las rentas, un beneficio colectivo. El suyo fue un argumento muy fácil de entender, tal como él lo escribió, y yo era capaz de modificarlo y complicarlo por mi mismo incluyendo varios argumentos que él había excluido. Era bastante fácil pasar de la insistencia de George del derecho inalienable de toda la comunidad a compartir los beneficios de la tierra a los aspectos más simples del interés y de la apreciación monetaria. Me convertí en lo que denominaría un socialista en la fase resentida, y lo que me estaba pasando a mi, le pasaba a millones de la nueva generación en Europa y América. Algo complejo pero tradicional — a lo que llamábamos Sistema Capitalista, aunque no sabíamos realmente lo que era — nos privaba de un puesto en la vida. Pero en ese tiempo y en todo el mundo, no teníamos, en realidad, una idea clara de que esto era culpa, no de un sistema, sino de la falta de un sistema.

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