Me inclino a pensar que fue malo. La disposición para adquirir y mantener, retener y acumular, para trabajar por una posición, para asegurarse precedencias y ventajas era ajeno a los cuatro de nosotros. No está en nuestra tradición, no está en nuestra sangre, no es de nuestra raza. Podemos hacer nuestro trabajo y actuar bien en el juego en equipo, podemos "respetar las reglas del juego" como dice la frase hecha, pero no podemos vender, negociar, esperar, prevenir y evitar. En un mundo dedicado a la propiedad privada, no podemos obtener ninguna seguridad. No nos percatamos de las oportunidades. Fue una distorsión para nosotros mantenernos en ese lado de la vida. Yo tuve la suerte de desarrollar accidentalmente un gran poder para ganar dinero y que todavía soy capaz de ejercer, y durante treinta años mis inversiones fueron supervisadas con mucho cuidado por mi competente mujer [se refiere a su segunda mujer]. Pero creo que algunas posibilidades que tenía mi hermano Fred fueron desperdiciadas dedicándose al mero ahorro y a ser dependiente de comercio.
En un orden social en donde todas las cosas buenas van a parar a aquellos que necesaria y constitucionalmente miran, cogen y agarran todo el tiempo, la calidad de mi padre, el humor y la rica imaginación de mi hermano Frank fueron empujadas fuera del juego y desperdiciadas para siempre. [página 157] En un mundo de codicia competitiva, la parte natural de la clase de gente de mi entorno es ser echados a empujones por los sabelotodos y lanzados. Un factor muy importante en el desarrollo de mi socialismo es y siempre ha sido el impulso más o menos consciente, un impulso cada vez más consciente, para anticipar y desarmar a los sabelotodos y a los lanzados, y hacer el mundo seguro para la mente más sensible, sinceras y auténtica del trabajador. En Trabajo, riqueza y felicidad de la humanidad y he escrito sobre el "Inteligente Alec". Él es una "rata" para mi y hasta su olor me exaspera. Establezco el valor más alto en las personas de mi mismo temperamento, que hacen, supongo, cosas naturales y necesarias y que creo que, a la larga, nuestra clase va a estar mejor que la suya, así como los hombres están mejor que las ratas. Vamos a construir y, en el futuro, lo que construimos se situará en el pasado.
Sin embargo, durante miles de generaciones, los ojos brillantes de las ratas infestarán nuestras casas, comerán nuestra comida, sacarán lo mejor de nosotros usando todo tipo de procedimientos, nos roerán y nos taladrarán y nos perjudicarán. Nos harán perder nuestro tiempo y dinero, tergiversarán nuestro propósito y falsificarán nuestras propiedades y fustrarán millones de vidas geniales.
Si no entendéis los dos últimos párrafos, no os preocupéis. En la traducción de León Felipe tampoco se entiende un carajo. Yo he hecho la mía propia, pero tampoco me ha salido tan mal si la comparamos con la del escritor zamorano. Wells no explica quienes son "las ratas" y sin ello, es imposible darle una traducción mejor. Supongo que las ratas son capitalistas, pero el escritor no dice nada al respecto.
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