domingo, 17 de junio de 2012

HG Wells: Otro tipo de vida II

Books: Review - HG Wells: Another Kind of Life. By Michael Sherborne, en West and extra. Reseña de Emelyne Godfrey, historiadora y miembro de la HG Wells Society.

La nueva biografía de Michael Sherborne sobre HG Wells, una de las figuras más célebres, pero también más controvertida y que encandilan la historia literaria, es un ejemplo positivo  de cuan importante y atractiva es la historia de su vida.

Investigar la historia de Wells no es, ciertamente, una historia fácil. Ya hay una serie de biografías de este hombre absolutamente prolífico, el autor de innuberable novelas, cuentos, artículos y autor de unos dibujos a los que llamó "pischuas".

Sus primeras obras de ciencia-ficción, La Máquina del Tiempo y La Guerra de los Mundos entre otras, han perdurado. El propio musical de Jeff Wayne sobre La guerra de los mundos recientemente saltó del vinilo al escenario y atrae audiencias de todo el mundo. Justo cuando pensábamos que habíamos descubierto a Wells, Sherborne nos dice que hay más que aprender.

Wells resume la frase "self-made man". Nació en Bromley, Kent, en 1866, hijo de un comerciante y de un ama de casa sin éxito, las dificultades que él y su familia enfrentarían influiría en su creencia en el socialismo.

Después de probar suerte como maestro de escuela y asistente de mercería, Wells se ganó un lugar en la prestigiosa Escuela Normal de Ciencias para estudiar con T. H. Huxley y, al principiar la siguiente década, se convirtió un profesor universitario de ciencias (*).

La revelación de un affaire con una estudiante, que se convirtió en su segunda esposa, le costó su trabajo (**) pero le impulsaron a convertirse en escritor. Con sus primeras novelas, se convirtió en una celebridad internacional y trabó amistad con algunas celebridades, desde sir Arthur Conan Doyle a Charles Chaplin. Entonces se unió al Comité Ejecutivo de la Liga de las Naciones y charló con Theodore Roosevelt.

Sin embargo, los escándalos nunca estuvieron muy lejos. En 1909 causó furor cuando su novela Ann Veronica retrató a una joven mujer teniendo un affair con una mujer casada, una historia basada en su aventura amorosa en la vida real con Amber Reeves, la hija de unos ex compañeros fabianos.

Un mujeriego incorregible, la vida de Wells está llena de sobresaltos, como uno de los incidentes en que una de sus amantes se presentó desnuda y con una navaja de afeitar en sus habitaciones (***).

En efecto, si las hojas de su vida se asemejan a episodios de una telenovela moderna, sin embargo, otras escenas son una tentación para poner una almohada delante del televisor. Por ejemplo, Rebecca West (una autora inminente por derecho propio) juega el papel de una villana porque ella se lamenta de que no puede convertirse en la tercera señora Wells porque su devota esposa murió en el momento equivocado.

Los debates se Sherborne sobre varias cartas inéditas revelan otro momento incómodo, cuando le dice a la hija de Amber, Anna Jane, que es su padre y descaradamente desaprueba a su prometido.

Si bien es emocionalmente codicioso e intensamente obstinado, a Wells se le atribuye la predicción, entre otros fenómenos, de la guerra de tanques, de la Unión Europea e Internet.

Sherborne está dispuesto, sin duda, tanto los aspectos positivos como los negativos del caracter de Wells. Y añade que se siente como si estuvieramos en un pub con una pinta en la mano y comiendo unos chips de patata, en un debate amistoso y siempre con una sonrisa en la boca.

Wells se esforzó en hacer que su escritura estuviese al alcance de todos, tanto del empleado de mercería como del hombre de estado. Sherborne ha seguido este mismo espíritu.

Este trabajo es como la literatura histórica debe ser, con características emocionantes no sólo esbozados en pischuas, sino además adornados con trucos divertidos e incisivos de la pluma.

(*) En realidad, no dio nunca clases en una universidad. Fue profesor de una cadena privada de academias de estudios universitarios donde daba clases a los alumnos más torpes o vagos. Y eso antes de obtener su título universitario.

(**) En realidad no recuerdo si esto fue así. Lo cierto es que convivió con la que más tarde fue su segunda esposa estando aún casado con la primera.

(***) Este incidente, que fue conocido porque lo publicaron los diarios, a pesar de sus vanos intentos de que no fuese así, es el único conocido de este estilo. Esto hace pensar si su fama no le hizo granjearse numerosas aventuras amorosas esporádicas y ocasionales, además de sus varias amantes conocidas, y este fue el único caso conocido. Sobre este aspecto nunca se sabrá nada.

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